Somos peligrosos opresores en las aceras, molestos carcamales en las calzadas y en el carril bici compartido somos cuando podemos. El carril bici se convierte en estercolero, sumidero que no asume, zona que se valla para que no se vaya, lugar de periplo de tacones de aguja y carritos de maleta... Me siento orgulloso y contento de ir en bicicleta.